Atención con los reclutadores.

Atentos señores, que buen taijutsu no es lo mismo que buen corazón, y sonrisas y «buena onda» no es lo mismo que buenas intenciones.

No nos dejemos engañar por los reclutadores de alumnos que nos quieren tentar con invitaciones cálidas y amistosas.

Muchas veces un buen maestro nos va a decir cosas que no nos gusten o nos va a hacer repetir hasta el cansancio lo que por conocernos de hace tiempo sabe que debemos mejorar.

Sepamos ver más allá de las apariencias superficiales y así no caeremos en el engaño de estas invitaciones de entrenamiento, que a primera vista se ven tan inocentes.